Marcos 10:51-52
INTRODUCCIÓN: Una vida sin Cristo es una vida a la deriva, de sufrimiento y mucho dolor. Y algunas veces se mendiga, no solo dinero sino también el amor, sin tener en cuenta que ÉL ya nos amado con amor eterno.
- COMIENZA AL ESCUCHAR DE JESÚS “Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús Hijo de David, ten misericordia de mí!” Marcos 10:47
- El oír la palabra de Dios aumenta tu fé. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10:17.
- Por eso es bueno cuando nos reunimos a hablar de Su palabra, porque esto acerca nuestra mente y corazón a Su amor.
- El oír la palabra de Dios aumenta tu fé. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10:17.
- TU DEBES CLAMAR POR TU MILAGRO “Y muchos le reprendían para que callase, pero el clamaba mucho más: ¡Hijo de David, te misericordia de mí!” Marcos 10:48
- Bartimeo el ciego clamó a gran voz. Tú puedes tener la confianza de que al clamar a Dios, Él te va a responder.
- Aunque otros reaccionaron con molestia, Jesús al oírle, se detuvo y respondió a su necesidad. Marcos 10:49-51
- Bartimeo el ciego clamó a gran voz. Tú puedes tener la confianza de que al clamar a Dios, Él te va a responder.
- OBTENDRAS MÁS DE LO QUE PIDES “Jesus le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista y seguía a Jesús en el camino” Marcos 10:52
- El ciego estaba seguro que Cristo podría sanarle. El buscó a Jesús por un milagro de sanidad, pero en realidad obtuvo más que sanidad, el recibió también su salvación.
- Todos nos acercamos a Jesús por una necesidad personal. Ya sea en nuestra salud, familia, finanzas, en nuestro interior… siempre necesitamos ayuda divina para nuestras vidas.
- Dios quiere respondernos dándonos más de lo que le pedimos. Nos ayuda en nuestra necesidad, y nos salva de la muerte eterna.
- El ciego estaba seguro que Cristo podría sanarle. El buscó a Jesús por un milagro de sanidad, pero en realidad obtuvo más que sanidad, el recibió también su salvación.
CONCLUSIÓN: Cuando te acercas a Dios con un corazón dispuesto, grandes cosas pueden suceder. Al igual que Bartimeo, tu puedes recibir lo que tanto anhelas y el milagro más grande de todos, la salvación de tu alma y la vida eterna. Acepta a Cristo en tu corazón.
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